La primera ruta con que voy a inaugurar este Blog es una de las más sencillas y a la vez entretenidas que se pueden hacer desde Zaragoza .
Se trata de una ruta apta tanto para una 125 cc como para motos de mayor cubicaje, con un recorrido que nos hará rodear la sierra de Alcubierre por las carreteras que surcan el incomparable marco que nos ofrecen los Monegros.
La ruta en cuestión fué realizada el pasado domingo día 3 de noviembre de 2013 por una Triumph Bonneville América, una Harley Davidson Sportster 883 Super Low y una Honda Varadero 125.
La ruta comenzó en Zaragoza (en la gasolinera Pirineos, todo un referente para las salidas domingueras de la capital maña) a eso de las 9:00 de la mañana. El día estaba despejado y como siempre había un poco de cierzo que tan sólo en la parte final del recorrido nos podría llegar a incomodar un poco.
Arrancamos las tres máquinas con el depósito lleno sin idea de volver a repostar, dado que la ruta tan apenas nos va a ocupar 160 kilómetros a una velocidad moderada teniendo en cuenta la compañía de la 125, así como lo serpenteante de la carretera que tan apenas nos va a permitir pasar de 60 - 80 km/h en la mayor parte del recorrido.
Saldremos de Zaragoza a través del barrio de Santa Isabel y ahí cogeremos la carretera N-II en dirección al cruce de Osera.
No soy muy amigo ni de pillar esa carretera ni su gemela de la orilla derecha del Ebro (la N-232), pues en apenas 20 kilómetros atravesaremos varios puntos negros y cruces bastante peligrosos. Se trata de un par de carreteras nacionales que nuestro querido gobierno se niega en desdoblar y por las que el incesante tráfico de vehículos pesados, unido a los cambios de rasante hace de ese tipo de vías un auténtico peligro.
Como iba diciendo, desde Santa Isabel, nos dirigiremos a La Puebla de Alfindén, Alfajarín, Nuez de Ebro y Villafranca hasta llegar a Osera. Ojo al llegar que muy de repente nos encontraremos con el cruce que nos meterá en harina, el que vaya primero del grupo debe advertir con mucha antelación la intención del grupo de girar a la izquierda.
En ese cruce tomaremos dirección Monegrillo y descubriremos el primer tramo singular de la ruta. Se trata de la CV-8, una carreterilla estrecha y serpenteante, con un trazado un tanto irregular y un firme con gravilla en algunas de las curvas. Está parcialmente parcheada, y la visibilidad en las curvas es un tanto nula, pero a una velocidad moderada se trata de una carretera de la que se puede disfrutar.
A priori no parece que cuente con muchas ventajas esta apenas veintena de kilómetros que nos espera, pero en contraposición he de decir que se trata de una ruta muy poco transitada y en la que las probabilidades de cruzarse con un coche (o tractor en el peor de los casos) son muy pocas.
Una vez alcanzado Monegrillo nos encontraremos de frente con un cruce que nos permitiría dos rutas posibles. Nosotros hoy tomaremos el camino que nos lleva hacia la derecha en dirección a La Almolda. Ya en los primeros doscientos o trecientos metros nos daremos cuenta de un par de cosas muy curiosas:
1: la mejoría del firme y el ensanchamiento de la vía
y 2: la carretera con más baches que vais a encontrar en vuestra vidas.
Especialmente para motos como la Harley o la Triumph, los primeros kilómetros tan sólo invitan a darse media vuelta y tomarse un cortado en Monegrillo, pues por momentos parecerá que nos hemos metido en un circuito de motocross.
Durante todo el rato, con los campos a un lado y a otro del camino, tendremos a la vista las antenas en lo alto del monte que nos indicarán la presencia de La Almolda.
Tras un rato insufrible alcanzaremos la Almolda y ahí la cosa cambiará totalmente a mejor. Tomaremos dirección Castejón de Monegros (aunque si alguno a acabado hasta los huevos de la carreterilla en cuestión puede coger dirección Bujaraloz, pillar la autopista y volverse a casa).
La carretera se ensancha considerablemente, el firme mejora y sobre todo desaparecen esos malditos baches.
A mitad de camino hacia Castejón (a unos 3 - 4 km del cruce), justo al atravesar el cartel limítrofe de la provincia de Huesca, la carretera se estrecha, pero también mejora la calidad del asfalto, presentando un firme recién echado.
Atravesaremos Castejón de Monegros y tras una curva cerrada y un par de kilómetros encararemos un pequeño puerto de montaña que habremos subido casi sin darnos cuenta y que nos ofrecerá un tramo bastante entretenido de curvas en bajada.
Al pasarlo, encararemos una larga recta en dirección al siguiente pueblo, Pallaruelo de Monegros.
Justo antes de llegar a Pallaruelo pasaremos por encima del canal de Monegros, una ambiciosa obra hidráulica que llevó el regadío a tan árida zona.
Atento el que vaya en cabeza, pues el cruce que hay que coger para ir hacia Lanaja está en una calle del pueblo sin previo aviso. Así pues, al adentrarnos en el pueblo, a unos 100 -150 metros, habrá que girar a la izquierda.
En los 13 kilómetros que separan Pallaruelo de Lanaja, podremos darnos cuenta de cómo el paisaje empieza a cambiar y poco a poco nos empezaremos a ver rodeados de campos y mayor vegetación, así como otra pequeña zona de curveo que no se si se puede terminar de llamar "puerto de montaña". Estoy hablando de los alrededores de Cartuja de Monegros, un imponente convento abandonado que nos recibirá tras las rampas y la zona de curvas para dar paso a otro trozo de llano y rectas.
Así llegaremos a Lanaja, donde al llegar a un cruce con una pequeña gasolinera donde deberemos tomar dirección Zaragoza (hacia la izquierda, faltan 59 kilómetros hasta llegar a casa). El pueblo parece estar en hondo, pues la salida en dirección Alcubierre nos obligará a tomar un par de curvas en cuesta bastante cerradas. Tras esas curvas, el camino a Alcubierre es totalmente recto.
Empezaremos a notar que nos hemos colocado totalmente paralelos a la Sierra de Alcubierre y en caso de que haga cierzo, su presencia será bastante notable en ese tramo en particular. Lo único reseñable que podemos apuntar de ese tramo recto de unos 13 - 14 kilómetros es que volvemos a pasar sobre el canal de Monegros.
Una vez llegados a Alcubierre podemos tomar la sabia decisión de desviarnos hacia Robres, donde se encuentra "La Plana", todo un clásico de moteros, endureros, cazadores y demás fauna donde poder echar un bocado y recuperar fuerzas. Aunque si lo que queremos es volver pronto a casa, continuaremos dirección a Zaragoza.
Un par de kilómetros más adelante llegaremos al puerto de Alcubierre, de dos carriles anchos, con un asfalto bastante bueno (para lo que hemos pasado, es buenísimo!), sin curvas especialmente cerradas ni cuestas especialmente pronunciadas. En la parte alta del puerto, si vamos con tiempo se puede hacer una parada para visitar unas trincheras de la Guerra Civil muy bien restauradas pertenecientes a la Ruta Orwell. A los lados nos protegen de nuevo los pinares, que vuelven a hacer acto de presencia.
Una vez pillemos la bajada, podremos coger una buena velocidad y relajarnos para encarar el final de la ruta, encarando las poblaciones de Perdiguera (con sus badenes) y Leciñena (con sus super badenes), para llegar a Villamayor y volver a Zaragoza. Se trata de un tramo prácticamente recto, con una buena carretera y un buen asfaltado.
En definitiva, unas 2 horas y media yendo bastante tranquilos (sin contar parada técnica en La Plana), 160 kilómetros con un poco de todo: curvas, rectas, montaña, baches... Todo a un paso de Zaragoza y con la posibilidad de hacer la ruta tanto en un sentido como en otro, eso ya dependiendo del conductor. Ruta llevadera para hacer con una 125, donde exceptuando el tramo final (largas rectas, gran posibilidad de cierzo en contra) no desmerecerá ante motos de mayor cubicaje.