miércoles, 26 de febrero de 2020

COMUNIDAD DE CALATAYUD

23/02/2020




Estreno 2020 con una ruta chula, fácil y sin alejarnos mucho de casa. A una hora de Zaragoza se encuentra Calatayud, la antigua Bilbilis que tanto hemos nombrado en las rutas de A Vueltas con la moto por el País de la Celtiberia. Esta vez he decidido alejarme un poco de los pedruscos y las ciudades perdidas, dejando a un lado el rigor histórico para hacer una ruta a la vieja usanza.

Muchas de estas carreteras van a ser viejas conocidas de nuestro periplo celtíbero, pero en esta ocasión, los enlaces entre ellas, en lugar de unir determinados enclaves, van a tratar de recorrer las partes más atractivas de esta comarca zaragozana en lo que a recorridos en moto per se se refiere.




Domingo 23 de febrero de 2020.

Arranco a eso de las 8:30 de la mañana, con 4 grados positivos en el marcador y la pegatina de la ITV recién pasada luciendo en uno de los amortiguadores de la horquilla delantera de la Katy (KTM 1050 Adventure). Tras haber dejado pasar un par de fines de semana con niebla, frío u otros compromisos, ya había mono de salir a dar un voltio y recibir una sesión de "mototerapia".

Normalmente, para estas rutas intento pisar la menor cantidad posible de kilómetros de autovía, pero en esta ocasión (y sin que sirva de precedente), voy de Zaragoza a Cariñena por la autovía Mudéjar. Para los ultra-ortodoxos o románticos empedernidos, huelga decir que pueden ir por la "carretera vieja" de Teruel (N-330), enganchando en las rotondas de Cuarte hasta la misma Cariñena; yo los esperaré echando un cortado donde siempre.

Lo único que puedo destacar de este tramo de 40 kilómetros por autovía es que la temperatura llega a marcar un máximo de 2 grados que me hace preguntarme lo mucho que me gusta la moto y autoconvencerme de que tampoco sería para tanto que me tuviesen que amputar los diez dedos de las manos por congelación, ¿no?

Llegados a la entrada principal de Cariñena tomamos el desvío a la derecha y callejearemos en línea recta hasta el cruce con el desvío de Codos/Aguarón, para coger la A-1504. Aquí la cosa empieza a animarse, al tiempo que la carretera se estrecha y la temperatura comienza a ganar enteros gracias a un sol sin una sola nube que lo emborrone.

Límite intercomarcal en la cima del puerto de Codos

Tal y como atravieso Aguarón la carretera comienza a empinarse hacia arriba, para salvar las primeras rampas de la sierra de Algairén. El paisaje de viñedo y secarral que predomina en el Campo de Cariñena irá dando paso a las carrascas y los pinos que tapizan a esta formación montañosa perteneciente al Sistema Ibérico.Para cruzar a la otra vertiente de la sierra nos serviremos del Puerto de Codos (1.046 mts) que serpentea cubierto de vegetación en un trazado muy interesante, ofreciendo en todo momento una panorámica espectacular de todo el tramo que hemos recorrido desde Zaragoza.


Justo en la cima nos encontramos con el cartel que nos informa que acabamos de entrar en la Comunidad de Calatayud, la comarca que hemos venido a recorrer. No es mala presentación para lo que nos espera...

Los primeros kilómetros del descenso hacia la localidad de Codos presentan un firme bastante malo, con grietas, baches y una cantidad de gravilla que no se limpiará hasta prácticamente la base del puerto, por lo que recomiendo tranquilidad, os aseguro que nos quedan por delante bastantes tramos en los que poder "explayarnos". De llegada a Codos nos encontraremos con una grata sorpresa en forma de almendros en flor, que sin llegar a ser el Valle del Jerte, sorprenden en el contraste con la típica vegetación a la que estamos acostumbrados.
En el cruce de codos giraremos hacia la derecha por la A-1505 dirección Tobed. La carretera está recién asfaltada y sumado al poco tráfico que la transita, nos lo podremos gozar bastante. Además, el paisaje es muy agradecido, encajonado entre las sierras de Algairén y Vicor, acompañando el cauce casi desaparecido del río Grío.

Almendros entre Codos y Tobed. Al fondo el valle del Río Grío

Llegaremos a Santa Cruz de Grío, donde la calidad del firme empeora bastante. Desde ahí continuaremos hacia Inogés ascendiendo en todo momento, alejándonos del paisaje del valle para meternos entre la vegetación más pura de las serranías ibéricas de carrascas y matorrales. En adelante contaremos con un compañero que no nos quitará el ojo de encima en los siguientes kilómetros, ya que estaremos rodeando el Pico de la Nevera, en cuya cima se encuentra la icónica cúpula esférica del observatorio del Escuadrón de Vigilancia Aérea. Este radar lleva funcionando desde finales de los años 50, cuando lo construyeron las fuerzas aéreas estadounidenes de la base aérea de Zaragoza, como herramienta de control del tráfico aéreo en plena Guerra Fría. Su emplazamiento en ese cerro se debió a la imposibilidad de localizarlo en el Moncayo debido a las inclemencias meteorológicas y para su construcción se rebajó la cima del cerro en casi treinta metros con el objeto de nivelar la superficie. A día de hoy, y tras una serie de modificaciones, sigue siendo uno de los más eficientes con que la OTAN cuenta en toda Europa.



Llegaremos hasta el Frasno atravesando un pinar que circula por la misma carretera de gravilla en un trazado sinuoso, adaptado a los numerosos barrancos por los que se desprende la sierra Vicor. Desde ahí pasaremos por debajo de la autovía para coger la A-1503, la carretera que tantas otras veces nos ha llevado a la comarca del Aranda por al retaguardia del Moncayo. Pero en esta ocasión nos meteremos en Sabiñán, donde tras una pérdida bastante tonta por las calles, callizos y plazuelas del pueblo he conseguido enganchar con la CV-901, más conocida como las Curvas de Paracuellos/Embid.

Paso a nivel "old school" antes de llegar a Paracuellos. 
Este tramo, conocido de sobras por los moteros de la provincia, transcurre por las mismas Hoces del Jalón, un encañonamiento del río del mismo nombre de curvas cerradas, túneles, vías de tren y un paso a nivel con barreras en el que me toca esperar a que pase el tren. Como curiosidad, a parte de señalar que en 1.985 se grabó ahí la película Réquiem por un Campesino Español, decir que según los mapas del IGN (Instituto Geográfico Nacional), hay varias localizaciones que comparten el topónimo "humbría".
Y no es para menos, ya que en ese valle sientes que un día como hoy, el frío se conserva en una especie de bolsa que hace que la temperatura baje de los 10 que habíamos alcanzado en El Frasno a los 2,5, con una buena capa de rosada cubriendo el tramo más cercano a Campiel. Es un tramo que en condiciones normales es bastante entretenido de conducir, siempre con la precaución de que es muy estrecho y la circulación es de doble sentido.

Este tramo de apenas 20 kms sale a parar a Huérmeda, a las afueras de Calatayud, bajo la antigua ciudad romana de Bilbilis que ya visitamos en nuestras aventuras celtíberas ( EN EL PAIS DE LA CELTIBERIA: EPISODIO IV ).

Salgo a la autovía para enlazar 10 kms con el desvío dirección Munébrega y Nuévalos. Podría haber callejeado por Calatayud, pero prefiero ahorrar tiempo para poder despilfarrarlo en el almuerzo. La A-202 es una bendición para cualquier tipo de motorista. La recuerdo de hace unos años, antes de ser asfaltada, y me viene a la cabeza un tramo criminal (y más sin ABS ni control de tracción como ahora... Ahhh, como hemos cambiado... que cantaban los Presuntos Implicados), de esos que acabas con agujetas en todo el cuerpo para agarrarte al manillar como un mono. Pero ahora es una carretera ancha, con visibilidad y el asfalto en muy buenas condiciones a la que solo le pondría una pega, y es la línea continua que hay prácticamente en todo el tramo de Curvas entre Munébrega y Nuévalos, donde si te toca ir detrás de un coche vale más pararse a disfrutar de los pinos y los barrancos de esa parte de la Sierra de Pardos.

Muro exterior del Monasterio de Piedra

Las aguas azuladas del embalse de la Tranquera me indican que prácticamente he llegado a Nuévalos, un pueblo en el que encuentro mucha actividad en los negocios y calles que dan a la carretera; un punto de encuentro de moteros, turistas, cazadores y ciclistas; domingueros todos. Desde Nuévalos asciende en un par de rampas bastante pronunciadas la carretera que nos llevará hasta el Hotel Las Truchas, todo un clásico del almuerzo motero. A poco menos de un kilómetro de nuestro merecido avituallamiento, llegaremos al Monumento Histórico Artístico, Bien de Interés Cultural, Parque Natural y negocio a tiempo completo del Monasterio de Piedra; junto a Fuendetodos y el Castillo de Loarre, las piedras angulares de los viajes de estudios de cualquier chaval (como un servidor) perteneciente a la generación de la EGB zaragozana.

Al bordear la muralla encuentro el parking completamente lleno de coches y autobuses, y es que nos encontramos ante el que es probablemente el lugar más visitado de Aragón (o al menos, el más buscado en Google, según información de El Heraldo).
Para más información sobre el parque: https://monasteriopiedra.com/


Hay muchas personas que piensan que la carretera termina ahí (fliparíais al saber cuánta gente está convencida de eso), que simplemente llega hasta el Monasterio, pero para mí es justo ahí donde empieza lo bueno, hacia esa frontera invisible donde comienza "La España Vaciada" que tan de moda se ha puesto, a un kilómetro escaso de los límites del Parque.

Continuando por la A-202 el paisaje muestra uno de los collages más bonitos que he visto en todo el viaje, con la tierra rojiza en contraste con los árboles en flor, las habituales carrascas y los brotes verdes que levantan en las tierras de labranza. La carretera es estrecha y se amolda a los pliegues y las fracturas que el río Piedra ha dibujado entre las montañas, aguas arriba de las cascadas del Monasterio. En apenas varios kilómetros, el paisaje nos devuelve a las grandes extensiones de secano y la carretera se hace recta, en mitad de un vacío que se me hace familiar y me recuerda que la frontera Manchega se encuentra a menos de 3 kms.

Puerto de Campillo, grata sorpresa.
Cojo el desvío de la A-2501 en Campillo de Aragón y conduzco hacia Jaraba dirección norte. La carretera serpentea por un terreno de lomas bajas sin apenas vegetación y casi con sorpresa llegamos a la cima del Puerto del Campillo (1.011 mts.). Este puerto cobra todo el sentido como tal cuando encaramos la bajada, ya que hay que descender casi 400 metros de desnivel hasta el fondo del valle del río Mesa. La bajada es espectacular, con grandes cortados a los lados y sin ningún tipo de protección lateral. El firme está cubierto de gravilla y la visibilidad a la vuelta de las curvas es prácticamente nula, por lo que toca extremar la precaución. De bajada se atraviesa un pinar muy vistoso que bebe de las aguas del Mesa que nos lleva a parar a la tierra rojiza de las afueras de esa parte de Jaraba.

Atravieso el pueblo, en el que se aprecia un buen impacto del turismo de SPA y relax, gracias a las aguas termales a las que se da explotación en un par de balnearios. Continúo por la A-1501 dirección Calmarza siguiendo las Hoces del Río Mesa,  un tramo de 5 kms. de carretera encañonado que, como su propio nombre indica, transcurre pegado al cauce en una suerte de paredes verticales y covachas, buitreras y parkings para recolocar el gran número de turistas que lo visitan.

Covacha a pie de carretera en las Hoces del Río Mesa

En Calmarza cojo el desvío hacia Cetina por la A-2501, unos 20 kms. de un paisaje en el que se mezclan tierras de cultivo con la típica vegetación de monte bajo. La carretera no cuenta con ninguna dificultad reseñable, ni mucho menos un puerto, pero resume bastante bien "la media" a nivel de carretera y paisaje de lo que ha sido la ruta de hoy. En todo el tramo no me cruzo con ningún otro vehículo, una tónica que también ha sido constante en toda la ruta, excepto el acceso al Monasterio de Piedra desde Nuévalos y un poco antes.

Llegados a Cetina tenemos el cruce con la autovía para poder volver a Zaragoza en una hora. Esa es la opción que elegí yo, pero he de decir que la comarca de Calatayud ofrece desde ese punto dos trazados alternativos muy interesantes, a modo de "expansión", como en los videojuegos y en las sagas buenas.

Fin de ruta en Cetina

OPCIÓN 1: Alhama - Carenas - Castejón

En Cetina salimos a la autovía dirección Zaragoza, pero volvemos a las carreteras secundarias por Contamina. De ahí a Alhama (buena opción para comer o para relajarse en los balnearios con los que también cuenta esta localidad) y de ahí de vuelta al embalse de la Tranquera, donde se coge la A-1501 dirección Carenas en un tramo de curvas amplias que bordea el embalse y que continúa hasta Castejón siguiendo el cauce del Piedra hasta su confluencia con el Jalón, más o menos en el punto en el que engancharemos con la A-2 de vuelta a Zaragoza.


OPCIÓN 2: Valle del río Manubles (+ 81 kms.)

Esta opción se puede hacer empalmando con la opción 1, con lo cual sale un rutón del 15, o se puede hacer obviando la opción 1, dependiendo de la prisa que tenga cada uno.
De cualquier manera, la ruta comienza en Ateca y sigue la CP-001a través del valle del río Manubles, por Moros, Villalengua, Torrijo de la Cañada, Bijuesca, Berdejo y Torrelapaja (sin salirnos por poco de Aragón, ni de la Comunidad de Calatayud). Ahí cogeremos la N-234 y volveremos dirección sureste por Villarroya de la Sierra y Cervera de la Cañada rodeando la espectacular sierra de Armantes.




Conclusiones de la ruta:

Ruta sencilla para prácticamente cualquier tipo de moto. Sí que es cierto que una moto muy deportiva sufrirá por el tramo de Tobed - El Frasno y el puerto de Campillo. Con todos los sectores con los que se puede ampliar-reducir se puede amoldar a las horas de las que dispongamos.

Como la mayoría de rutas que arrancan desde Zaragoza, el viaje de vuelta se hace un coñazo por la autovía, pero eso es algo a lo que no nos acostumbraremos.




ENLACE RUTA GOOGLE MAPS

ENLACE A RUTA OPCION 2 GOOGLE MAPS


Sobradero de fotos:

Campo de Cariñena desde Puerto de Codos

Puerto de Codos








Almendros en flor entre Nuévalos y Campillo de Aragón.

Almendros en flor entre Nuévalos y Campillo de Aragón.

Almendros en flor entre Nuévalos y Campillo de Aragón.



Almendros en flor entre Nuévalos y Campillo de Aragón.