miércoles, 11 de enero de 2017

Give me Five!! Una vuelta por las Cinco Villas.

Año nuevo, ruta nueva!

Se nos fué 2016 casi sin darnos cuenta escondido entre un mes de diciembre cubierto por las nieblas y ya tocaba inaugurar este año nuevo con una ruta en condiciones.

La ruta que he escogido para abrir el marcador, me va a llevar al norte de la provincia de Zaragoza, concretamente a la comarca de las Cinco Villas. Con más de 3.000 kms cuadrados es la más extensa de las que conforman el territorio de Aragón. Su privilegiada situación entre el valle del Ebro, las Bardenas y el prepirineo confiere al paisaje, así como a la orografía del terreno de grandes contrastes que van desde el bosque y el pinar al monte más salvaje o a los cultivos más extensos.

Las localidades que dan nombre a la comarca son las villas de: Ejea de los Caballeros, Tauste, Sádaba, Sos del Rey Católico y Uncastillo. Por lo simbólico del nombre (y ya de paso, por tratar de cubrir la mayor extensión de terreno posible) he querido hacer esta ruta enlazando las 5 localidades recreándome especialmente entre las localidades de Sos (por cierto, Pueblo más bonito de España) y Uncastillo (por cierto, Conjunto Historico Artístico), así como los pueblos que se despliegan a los pies de la Sierra de Santo Domingo, donde la carretera se vuelve bastante más interesante para disfrutar de la conducción.

Miércoles 11-01-17.

Arranco a eso de las 9:00 de la mañana desde Alfajarín (Zaragoza). He de aprovechar uno de los pocos días libres que me quedan en los que por fín no llueve, corre el cierzo o hay una niebla de cojones. Según decía el Lolumo en el tiempo, las mínimas iban a estar en torno a 7-8º y las máximas sobre los 15º. A mí me vale para dar un voltio y no morir congelado en el intento.



Tomo la autovía dirección Logroño para salir en Alagón y encarar la primera de las Cinco Villas: Tauste. Al ser un día "de escuela", el tramo de la A-68 está bastante concurrido, con mucho camión, coches con prisa y sobre todo un tramo de obras que me deja un rato parado cuando casi no había llegado a Casetas. Tras 5 minutos de parón reengancho la marcha y tiro hacia Alagón para coger la A-126, un tramo que cruza por encima del Ebro sobre una carretera recién asfaltada que me llevará hasta Remolinos a la sombra de los enormes montones de sal y las montañas erosionadas que flanquean la carretera. Al otro lado, aprovechando la fértil vega del río, se despliegan enormes campos de cultivo hasta Alcalá, Luceni, Boquiñeni y Pradilla.

La A-126 empeora sensiblemente según va avanzando y nos vamos alejando de la compañía de las lomas erosionadas. En apenas 10 kilómetros llego a Tauste (1 de 5) y me toca callejear para continuar hacia la siguiente de las Cinco Villas.

Tomo la A-127 en dirección Ejea. Nos separan unos 25 kilómetros de la siguiente Villa en una carretera con un firme bastante mejor que el del tramo anterior. Conduciré todo el rato junto a la compañía del Santuario de Sancho Abarca que se alza vigilante sobre la Sierra de las Bardenas. A sus pies, en una amplísima extensión de terreno se despliegan otras "Siete Villas" (El Bayo, Pinsoro, Santa Anastasia, Bardenas, Sancho Abarca, El Sabinar y Valareña). Es el caso de los pueblos de colonización que surgieron hace ahora 60 años de la mano del regadío y la construcción de obras hidráulicas del calibre del Canal de Bardenas o el embalse de Yesa.

Continuaré por la A-127 hasta llegar a Ejea de los Caballeros (2 de 5), la cual bordearé para continuar dirección Sádaba. La carretera es una recta aburridísima de 15 kms hasta el desvío a la derecha dirección Biota.

Una vez tomo el desvío, la cosa empieza a ponerse interesante. La carretera continúa siend una recta, pero la cosa cambiará en cuanto llegue al puente que cruza el Arba-Luesia y que parte Biota en dos mitades. Una vez cruce el río seguiré una pequeña bajada y ya desde ese punto la carretera se estrecha y empieza a picar hacia arriba serpenteando como una culebra marrón. Es el puerto de Malpica (de Arba) (660 mts), con unos seis kilómetros de ascensión. No es un puerto que cuente con una gran altura, pero de algún modo le estamos ganando altura al llano de la depresión del Ebro para adentrarnos en el prepirineo más "pre".
Tras un descenso más que precavido (el suelo está embarrado y en alguna zona de sombra puede que resbale más de lo que debería) alcanzo la localidad que da nombre al puerto dando el paisaje uno de esos giros tan inesperados. Del secarral de monte bajo en apenas tres curvas nos metemos de lleno en las primeras zonas arboladas.

Desde el mismo Malpica arranca otro puerto con una carretera en mejores condiciones. Se trata del Puerto del Corte (721 mts), que tras subirlo y bajarlo (5 + 5 kms aprox.) nos encontraremos de lleno con el cruce que nos haga alcanzar la Villa de Uncastillo (y van 3 de 5...). Me paro a echar las fotos de rigor en este Conjunto Historico Artístico y tomo el desvío a la izquierda.
Al principio, esta carretera es una vía ancha y bien asfaltada, con un trazado bastante recto donde se le puede dar un poco de ferrete al tema, pero pronto nos encontramos de frente con el Puerto de Uncastillo (902 mts.), más o menos de las mismas características que el Puerto de Corte que hemos ascendido anteriormente, con la salvedad de que en este paso montañoso el aire sopla con mucha más fuerza. Eso lo debían de saber bien los ingenieros que sembraron de enormes molinos de viento aquellas montañas.
El paisaje ha vuelto a cambiar y ahora estamos rodando entre pinares en un paisaje más uramente pirenaico. Cuando se alcanzan las cotas más altas se pueden divisar las cumbres blancas del Pirineo y ahí arriba se puede notar el frío.


Tras un descenso rápido, toca encaramarse al Puerto de Sos (844 mts.). Otros 5 - 6 kilómetros de ascenso haciendo cumbre en una rotonda para bajar en dirección a Sos del rey Católico (4 de 5).

Bordeo el pueblo para admirar el buen estado de conservación en que se encuentran los edificios del pueblo que vió nacer a Fernando el Católico y ratifico el galardón que se le entregó nombrándolo "Pueblo más Bonito de España". Uno no puede evitar recordar la mítica película "La Vaquilla" que el gran Luis García Berlanga filmó en dicha localidad y alrededores.



Tras un pequeño descanso regreso tras mi rodada y subo el puerto que he descendido para coronar en aquella rotonda que he mencionado antes. Esta vez, tomaré el desvío hacia la derecha (de nuevo la A-127) que me llevará durante 20 kms en un descenso largo y rápido para alcanzar la última de las Cinco Villas: Sádaba (Give me 5!).

Teóricamente ya he alcanzado el objetivo de rodear las 5 Villas que dan nombre a la comarca, pero dado que la ruta en sí se queda muy escasa en lo que a conducción se refiere prefiero aumentarla recorriendo el norte y el este de la comarca.

Así pues, podría decirse que comienzo una "Segunda Etapa" que me llevará de nuevo a Uncastillo, pero esta vez por la A-1202 solapando tan solo un par de kilómetros con la primera parte de la etapa.

Continúo por esta carretera que nada más cruzar Uncastillo ya va a mostrar todo el potencial que posee. El paisaje vuelve a cambiar y deja paso a un monte suave cubierto por árboles bajos y matorrales a ambos lados de una carretera que serpentea como un río. Esta carretera bordea el extremo sur de la Sierra de Santo Domingo.
Alcanzaremos el Collado de Itorre (810 mts.) y tras el descenso de este, separado por el cauce del Arba Luesia, la Subida del Arba (790 mts) que nos dejará a las puertas de la localidad de Luesia.





De Luesia en adelante (dirección Biel, sin llegar a alcanzarlo) el firme empeora bastante a pesar de lo atractivo del recorrido con subidas, bajadas, curveo y un tráfico inexistente.

Llego al cruce con la A-1103, una carretera en la misma línea que la que acabamos de abandonar, con la diferencia de que esta ya no curvea en medio del monte, sino que esta acompaña en un trazado mucho más recto al cauce del río Arba - Biel, con menos curvas, lo que nos permite darle un poco más de gas. No hay que olvidar que ya llevo encima 3 horas y pico de la moto y el cansancio ya se va notando.

Siguiendo esta carretera llegaré a las localidades de El Frago, Luna, Erla, Sierra de Luna y Las Pedrosas. Desde ahí me encaminaré a Zuera por la A-124, es una carretera muy ancha y muy bien asfaltada, con un trazado montado a partir de enormes rectas. Ya estoy cerca de casa, el valle del Ebro asoma y el cierzo se empieza a sentir con fuerza.

En Zuera cogeré la autovía de Huesca dirección de vuelta a Alfajarín con el cipostio que se monta en las entradas y salidas de los poligonos. Así que paciencia, aguantar contra el cierzo y en poco más de cuatro horas (casi 4 horas y media, 330 kilómetros) ya estoy en casa.

Finales alternativos:

Como se puede ver en el mapa que indico a continuación, dado que la ruta al hacerla de una tirada se puede hacer excesivamente larga, he anotado dos "apéndices" o "variables" que pueden hacer la ruta mucho más atractiva.
Una de ellas, de color rojo continuaría en Biel hasta Ayerbe con el atractivo de subir el puerto de Sierra Mallor (Santa Eulalia). El incoveniente es que se le suman a la rura la friolera de 68 kms (1 hora y media según Google Maps).

La otra alternativa, de color verde entraba dentro del trazado original que había pensado para esta ruta, pero el cansancio y la gana de comer me ha hecho obviarla. Se traza del trzado verde que va de Sierra Luna a Castejón de Valdejasa, cruzando al sierra del mismo nombre para proseguir dirección sur (a través del alto de San Esteban) y aparecer en Villanueva de Gallego.






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