miércoles, 28 de junio de 2017

El País Cátaro: El Aude (Parte 2)

Segunda parte de mi viaje por el País Cátaro...




ETAPA 3 - Mazamet - Castillo de Puillarens - 260 kms.



Amanezco a eso de las 7:30 después de haber dormido 9 horas como un tronco. Mi primera sorpresa al despertar es que Mazamet está completamente cubierto por unas nubes bajas casi como niebla y que está cayendo una lluvia fina al estilo "txirimiri" vasco. Bajo para desayunar y echar una charradilla con los dueños del hotel, un matrimonio mayor muy majete. Les muestro mi preocupación por el tiempo, pero me comentan que eso es típico en esta ciudad y que en cuestión de una hora todo se despejará.

Dejo el hotel todavía con el desayuno en la boca tratando de aprovechar el día. Hoy toca visitar muchos sitios y de una tacada volver a casa. No hay prisa, pero la jornada se nos puede ir a las 12 horas de conducción de cualquier manera.

Route des Usines - Mazamet

Me pongo en marcha hacia el sur dirección a la capital del Aude: Carcassonne. La ruta que voy a elegir cuenta con uno de los gigantones del día: atravesar el Pic De Nore (1.184 mts.) el techo de la Montaña Negra. Salgo de Mazamet por la "carretera de las fábricas" (Route des Usines), un recorrido que parece el escenario en el que perfectamente se podría haber rodado la típica peli en plan asesinato/secuestro en una fábrica abandonada. La carretera circula bosque adentro junto a estas descomunales naves abandonadas, cada una peor conservada que la anterior, pero todas con su imponente chimenea de ladrillo en pie.


Tomo el desvío hacia la izquierda (por la D87) y la carretera ya de por sí estrecha se estrecha aún más, trepando montaña arriba durante casi 17 kilómetros de cuestas y curvas. Si la carretera de las fábricas podría ser para David Lynch, o los Cohen, la carretera que sube al Pic de Nore pasa a ser algo más del estilo de un tipo como Tim Burton... Las ramas de los árboles más alargadas se abrazan con las del otro extremo dando la sensación de que vas conduciendo por un túnel, mientras que la lluvia fina ha desaparecido prácticamente del todo, dando paso a una niebla se mantiene que se va haciendo más y más densa a cada curva que tomo.


En apenas 6 - 7 kilómetros voy rodando en medio de una niebla que apenas me deja ver tres o cuatro metros por delante de mí. De pronto me doy cuenta que la KTM no es una moto precisamente silenciosa que digamos y que estoy despertando a todas las criaturas del bosque... Esto, leído así puede recordar a esa escena de Blancanieves despertando con los pajarillos abriéndo la ventana y tal, pero a mí no me quedó tan bucólico como a ella... Por delante de lo poco que me dejaba ver el faro pasaron algo así como una docena de conejos, dos zorros, mil quinientas aves de todo pelaje y algo bastante más grande que un zorro que entre la distancia y la niebla no llegué a distinguir muy bien...

Pic de Nore

Cuando faltan apenas un par de kilómetros para llegar a la meta desaparece toda vegetación y parece que estoy conduciendo en la nada, metido dentro de un mar de niebla. Es muy curioso que de repente, se levanta un viento fortísimo que complica las cosas bastante más. En la cima del puerto cambio de departamento dejando atrás el Tarn regresando al Aude y comienzo el descenso con bastante prudencia mientras poco a poco voy dejando atrás la niebla agarrada en la densa vegetación de la Montaña Negra.

Pradelles-Cabardès metida entre la niebla

En pocos kilómetros llego al pueblo de Pradelles-Cabardès y ruedo por la carretera dirección Carcassone por la región del Cabardès, entre bosques espectaculares por carreteras estrechas, aunque muy bien pavimentadas y con varios millones de curvas a derecha y otros tantos a izquierda. Es un tramo muy entretenido el de la D9, que irá uniendo punto por punto los pueblos de Labastide-Esparbairenque, Roquefère y Les Ilhes a lo largo del valle del Orbiel, un afluente del Aude que nos acompañará hasta las puertas de la misma Carcassonne.


Roquefère

Tal y como vamos avanzando más y más hacia el sur, la vegetación va cambiando de forma drástica, dejando atrás los densos bosques del norte para presentar un paisaje más duro y agreste, tapizado por una vegetación basada más en el matorral y el monte bajo.

Tras un par de curvas más o menos cerradas siento cómo la carretera se va estrechando mucho más y las montañas empiezan a compactar los márgenes de la vía metiéndome en una zona completamente encañonada. Alzo la vista y de repente descubro colgados en lo alto de la montaña a uno de los conjuntos defensivos más espectaculares de las llamadas fortalezas Cátaras: Los cuatro Castillos de Lastours (Cabaret, Surdespine, Querthineux y el de Tour Regine, construido tras la capitulación de los cátaros). Se tratan de 4 imponente torreones colgados sobre la montaña en el cerrojo defensivo de acceso al Cabardès (Cabaret) contra los que el cansino de Simón de Monfort y su cruzada fueron rechazados una y otra vez. Inexpugnables por su ubicación y sobre todo por su estratégica posición en la montaña y sobre el foso natural que hace el Orbiel, donde poco o nada pudieron hacer las máquinas de asedio.
Los 4 castillos de Lastours


Dejo atrás los Castillos de Lastours y continúo hacia el sur dirección Carcassonne por la D101 por un paisaje que vuelve a cambiar de nuevo, mostrando infinidad de viñedos y campos de cultivo que se extienden hasta donde empiezan las torres de Carcassonne.

Durante las cruzadas albigenses, Carcassonne se convirtió en símbolo y feudo de la causa cátara. Tras la carnicería y el saqueo que Simon de Montfort realizó en la ciudad de Béziers, asesinando a toda la población (fueran cátaros o no), Raimundo Roger de Trencavel, vizconde de Carcassonne decidió defender a muerte la ciudad del ataque de los cruzados capitaneados por Montfort. La ciudad de Carcassonne resistió un duro asedio de 15 días hasta la capitulación, donde el vizconde se entregó a cambio de salvar la vida de sus ciudadanos. Trencavel fue hecho prisionero hasta su muerte en ese mismo año y Simon de Montfort se quedó con sus títulos. Buscando el reconocimiento de los mismos por parte del rey de Aragón, Pedro II, Monfort negoció una unión entre su hija y el hijo de Pedro II (por aquel entonces con 3 años de edad) el futuro Jaime I. Montfort, apoyado por todos los nobles del norte de Francia y con el peso de la Iglesia de su lado, rompió todos los tratados con el rey de Aragón y ambos midieron sus fuerzas en la batalla de Muret, 2 años después.

La Cité de Carcassonne

Un par de rotondas bastante concurridas van administrando el flujo del tráfico hacia la capital del Aude. Yo voy a llegar por el norte, por lo que no asomarán las torres de La Cité hasta que no cruce la ciudad por un recorrido urbano lleno de semáforos que se me hace interminable.



Tras atravesar completamente Carcassonne de norte a sur, una señalización perfecta me guía hasta cruzar el cauce del río Aude, desde el cual diviso por primera vez las torres de La Cité.

La antigua ciudadela de Carcassonne puede presumir de un pasado galo, romano, visigodo, sarraceno, aragonés y finalmente francés. Hoy, convertida en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1997 es un monumento visitado diariamente por miles de turistas fue en su día una fortaleza inconquistable. Sus dos murallas concéntricas (una de ellas proyectada en la época galo-romana), así como sus 52 torres (muchas de ellas rematadas con los característicos tejados cónicos) y numerosas barbacanas impidieron que pudiera ser tomada por la fuerza en innumerables ocasiones y tan solo pudo ser rendida por el hambre o la traición. Contra sus muros se han estrellado personajes históricos del calibre de Ramón Berenguer III, Simón de Montfort, Ramón Trencavel (intentando recuperar la fortaleza que perteneciera a su familia), Eduardo de Woodstock (el Príncipe Negro, que al no poder tomarla quemó las aldeas aledañas) o los hugonotes (protestantes calvinistas franceses durante el S. XVII).
Hoy, tras unos cuantos años considerada una plaza fuerte menor, olvidada de guerras y conflictos, La Cité se ha visto convertida en un barrio de la ciudad, destacado por la arquitectura castrense, albergando dentro de sí lugares tan espectaculares como la catedral de Saint-Nazarie. Viollet-le-Duc fue el arquitecto encargado de la restauración que consiguió que conozcamos la ciudad tal y como es hoy en día.



Aparco la moto en un parking que hay justo en la puerta y accedo al recinto. Es viernes y coincide más o menos con el fin de curso, por lo que me toca lidiar con un montón de niños en viaje de estudios cual horda tratando de conquistar los muros de La Cité de Carcassonne. En su interior, un mar de turistas caminamos por las estrechas calles de la Cité plagadas de bares, tiendas y restaurantes. Pillo un par de souvenirs y algún que otro libro y continúo la ruta, aún falta mucho que ver y muchos kilómetros que recorrer.

Salgo por la N113 (D6113) dirección Narbone-Perpignan y tomo el desvío dirección Lagrasse por la D3. Es una carretera bastante ancha, bien pavimentada y que tan solo se estrechará y empezará a curvear unos pocos kilómetros antes de llegar a Lagrasse, tan pronto se encañone y circule paralela al cauce del río Le Sou, un pequeño riachuelo que terminará desembocando en L´Orbieu, un afluente del Aude. El paisaje ha vuelto a cambiar progresivamente volviendo el verde en forma de matorral y las montañas, aunque más suaves que antes. Estamos entrando de lleno en las primeras estribaciones del macizo de Corbières, las montañas sobre los que se levantan la gran mayoría de los castillos cátaros.

La zona de Corbières es bastante famosa por la denominación de origen de sus vinos y no es de extrañar, ya que vamos a conducir entre grandes extensiones de viñedo, así como importantes zonas dedicadas al cereal. Otro de los detalles que me ha llamado la atención bastante es el de las explotaciones ganaderas de búfalos. No puedo dejar asar la ocasión y me paro a un lado de la carretera a tirarles unas fotos mientras pacen tranquilos.



Atravieso Lagrasse, una de las villas más bellas de Francia (el equivalente a "Los pueblos más Bonitos de España" pero en gabacho), de la que destaca su Abadía y aunque está englobada en los pueblos del "País Cátaro", carece de historia al respecto. Así pues, sin perder excesivo tiempo, continúo rumbo al sur por el valle del Orbieu. La carretera es estrecha y curveadísima, pero el buen estado de conservación hace que sea toda una delicia el conducir en moto y disfrutar. Son unos 20 kilómetros los que me separán de la localidad de Termes, sobre la que se levanta el castillo del mismo nombre.

Abadía de Lagrasse



Castillo de Durfort
Poco antes de legar, en una zona bastante revirada y boscosa, me encontraré por el camino con el castillo de Durfort, abandonado, en ruinas y sin estar apenas señalizado. Busco algo de información al respecto y si bien fue una de las fortificaciones cátaras, su protagonismo fue mínimo en la historia. ¿Adivináis quién lo conquistó? Yes, of course, Simon fucking Montfort one more time!! El aspecto que presenta hoy es el de unas ruinas abandonadas y lo poco que he encontrado al respecto en varias páginas francesas habla de que actualmente es de propiedad privada y no se puede visitar.

Continúo unos pocos kilómetros más y me adentro en un bosque mucho más denso por la D40, la carretera va pegada a un vallecillo excavado por otro afluente del Orbieu, la ruta caracolea en curvas muy cerradas y al levantar la cabeza veo como asoman entre montañas los restos del Castillo de Termes. Es un pueblo muy pequeño y es difícil tirar una foto desde el mismo pueblo, ya que el castillo está colgado de una montaña y esta está bastante cubierta de árboles. Así pues, voy a continuar unos kilómetros más adelante, para subir el Col de Termes (520 mts.) un puerto que me elevará lo suficiente como para quedarme a la altura del castillo y poder tirar un par de fotografías.
Castillo de Termes
Durante la cruzada albigense, Raymond de Termes, señor del castillo fue acusado de hereje y su fortaleza sitiada por Simon motherfucker Montfort. Tras rendir el castillo y caer en manos de los nobles del norte de Francia, Oliver, hijo de Raymond de Termes luchó una y otra vez por recuperar la fortaleza de su padre hasta ser derrotado por el rey de Francia Luis IX. Tras ser abandonado durante años, el castillo de Termes se convirtió en guarida de forajidos y maleantes, hasta que se tomó la solución de dinamitarlo en el S. XVII. A ello se debe el aspecto ruinoso con que cuenta hoy en día.

Continúo mi periplo por el macizo de Corbières, bajando el puerto de Termes y subiendo el Col de Bedos (485 mts.), un par de puertos prácticamente iguales, rodando entre árboles, ambos con muchas curvas, llego a una intersección bastante grande con la D613, una carretera  mucho más ancha que tomaré rumbo al sur, hacia Laroque-de-Fa. He de reconocer que en mi ruta original no se muy bien lo que hice, pero en esta zona y durante unos cuantos kilómetros me perdí por estos pueblecillos donde Yisus Craist perdió la alpargata. Sea como fuere, la ruta buena es la que continúa dirección sur por la D1610, la misma que nos llevará a Massac atravesando un puerto muy entretenido de recorrer: el Col de la Cascagne (623 mts.), sobre todo en la parte del descenso, ya casi en Massac.
Cima del Col de Bedos


Lo decía en la primera parte de esta ruta y es de ley recordarlo: "recomendaré antes de nada que valore casi como obligatoria la opción de utilizar un navegador y/o GPS para no perderse". Pues el menda que os escribe se vuelve a perder por segunda vez, ahora durante mucho más rato, acabando por carreteras en obras y caminos en obras que evitaré mencionar en este blog...

Dejémoslo en "el camino más corto para llegar a Peyrepertuse es la D10 por Soulatgé". Desconozco esa carretera, ya que como he dicho antes yo acabé dando un rodeo de escándalo, pero en los mapas es las más directa. Ahí se debe tomar la D14 y en apenas 6-7 kilómetros aparecerá uno de los exponentes más espectaculares de los Castillos Cátaros: el castillo de Peyprepertuse.

Casi inapreciable, colgado en la cresta de la montaña: el castillo de Peyrepertuse
Casi inaccesible, se alza sobre el filo de una sierra rocosa que destaca sobre les Corbières en la que también se asienta el vecino castillo de Queribus.

El castillo de Peyrepertuse se eleva hasta los 800 mts sobre la cresta de la montaña como un navío de piedra esculpido en el horizonte. Durante la cruzada albigense contra los cátaros no llegó a ser asediado, pero su señor, Guillem de Peyrepertuse le vio las orejas al lobo con lo que pasó en Carcassonne y decidió someterse antes de que se la liaran parda.

Castillo de Peyrepertuse
En 7 kms en línea recta, con el pueblo de Cucugnan de por medio, colgado del mismo modo sobre la roca se levanta orgulloso el castillo de Queribus con su icónico torreón. Mientras que Peyrepertuse se asemeja a un navío de piedra, Queribus parece un saliente natural de la roca, como una forma caprichosa de la montaña sin ser alterada por la mano del hombre.
Castillo de Queribus
Queribus protege a los cátaros y resiste mientras la corona de Aragón los protege. Tras abandonar Jaime I sus intereses en el Rosellón (Queribus es limítrofe con la región histórica de la Fenolleda,) el rey de Francia, Luis IX toma la fortaleza, que es rendida a cambio de salvar la vida de su señor, Chabert de Babaira. Este fue uno de los castillos que siguieron protegiendo y escondiendo a los cátaros después de la caida de Montsegur.

Desciendo del macizo de Corbières hacia la Fenolleda, como si bajase a una gran hondonada. Atrás  todavía se divisan por el retrovisor los grandes castillos "roqueros" colgados en las altísimas crestas de la sierra. Bajo unas cuestas muy pronunciadas y ya desde lo alto empiezo a divisar mi siguiente destino: Maury, en una visita relámpago que haré al departamento de Pirineos Orientales para regresar enseguida al Aude.

Ahí tomo la D117, POR FIN una recta bien larga en una carretera de dos carriles. Tras tanta curva y tanto puerto casi viene bien un trocillo en el que poner sexta y ganarle kilómetros a la ruta. Van seis horas de moto y me quedan otras tantas de culo plano.

Gorges de Galamus
En unos 6 kilómetros llego al pueblo de Saint-Paul-de-Fenouillet donde tomaré e desvío a la derecha (tras un pequeño recorrido urbano) hacia uno de los puntos fuertes del día: Les Gorges de Galamus.
Como si de una entrada natural al Aude se tratase, el río Agly ha excavado en los muros del macizo de Corbières una de las gargantas naturales más espectaculares que he visto en mi vida. La carretera, es un congosto ganado a la roca viva de un par de kilómetros de largo con una caída al vacío de las que acojonan de verdad. Aprovecho uno de los recodos para tirar unas fotos y compruebo que en el fondo de la garganta proliferan las actividades relacionadas con el barranquismo y demás deportes de riesgo. Es muy curiosa la forma tan extrema en que se han encañonado las montañas por la erosión que el agua del Agly ha producido en material calcáreo, manteniendo a la vez una estrechez y una profundidad que parecen no corresponderse. Otro detalle que me sorprendió de estas gargantas es la fuerza que hace el viento en ese tramo. Todo un castigo para los muchos ciclictas que recorren la zona y para alguna que otra moto aparcada (como la mía...).

Galamus
Tras Galamus llego a Cubières-sur-Cinoble y sigo la carretera D14, que recorrerá de la mano con el río Agly otro cambio radical en el paisaje, en este caso, internándonos en la parte más verde de les Corbières. El tipo de bosque que me rodeará en los próximos kilómetros va a ser mucho más de ribera, con una mayor humedad y zonas de sombra mucho más marcadas.

La carretera, sorprendentemente,por primera vez en el recorrido empeora hasta llegar a un tramo de unos 9 kilómetros de camino de tierra. Este hecho coincide con las primeras rampas de un puerto no muy alto (667 mts.) pero bastante largo y curveado: el Col du Linas. Esta carretera, que llegará hasta la localidad de Bugarach (sin llegar a entrar al pueblo) va a bordear el pico más alto del macizo de les Corbières: el Pic de Bugarach, una montaña de 1.230 mts de altitud que constituye el techo del Aude.

Puente - túnel de St-Louis
Continúo por la D45 en dirección St-Louis-et-Parahou y vuelvo a los paisajes de bosque bajo y matorral tan típicos de les Corbiéres. Vuelvo a las curvas a izquierda y derecha y la carretera se empina de nuevo para coronar otro puerto, en este caso, el Col de St Louis (696 mts.). Lo curioso de este puerto lo voy a encontrar en la bajada, ya que una espectacular obra de ingeniería al más puro estilo Scalextric salva en apenas 200 metros una importante cota de altura. Es digno de ver en Google maps el caracolillo que hace de repente la carretera D9.
Acceso al valle de Fenouillèdes
Una vez salvado este puente-túnel de St-Louis, el paisaje vuelve a recordar a cuando dejaba atrás el castillo de Queribús, descendiendo de los muros de les Corbières para volver a bajar a la hondonada sobre la que se sitúa Caudiès-de-Fenouillèdes (otra vez visita fugaz a la Fenolleda, saliendo del Aude y entrando en Pirineos Orientales).

En ese pueblo hago un receso para merendar algo y revisar los mapas, mientras  me encuentro con un compañero de ruta: Achim Gerstäcker, un alemán de 64 años que se estaba recorriendo el perímetro de Francia (5.700 kilometros) en 43 etapas. Podéis seguir su gesta a través de su página web: http://radtouren-sportlich.de/ 

Achim Gerstäcker

Continúo mi ruta hacia el oeste apenas 5 kms. por la D117 hasta uno de los últimos castillos cátaros; el Castillo de Puillarens, en la localidad del mismo nombre. Toca meterse por una carreterilla que me lleva hasta las puertas del mismo, pero es cierto que este tipo de castillos van perdiendo espectacularidad cuanto más cerca se está y que el efecto que hacen en la lejanía, gobernando las montañas es mucho más llamativo y poderoso.

Puilarens constituía la llave de acceso al valle de la Fenolleda (Fenouillèdes). Muy similar al de Peyrepertuse, colgado en un espolón de roca, también tendrá ese aspecto de navío de piedra que le da el color de sus murallas.

Castillo de Puilarens

Durante la cruzada contra los cátaros, también perteneció a Chabert de Babaira, quien lo rindió junto al de Queribús, sin que Simon de Montfort lo lograse doblegarlo a la fuerza. Posteriormente fue requisado por e rey Luis IX y utilizado como baluarte defensivo en las futuras guerras contra la Corona de Aragón por el control de esos territorios.


ETAPA 4 Y ÚLTIMA - Castillo de Puilarens - Alfajarín (440 kilómetros)

Regreso a la D117 y de ahí hacia la localidad de Axat, en dirección oeste. Por el camino me voy a encontrar de nuevo con el río Aude, junto al cual voy a ir recorreiendo mis últimos kilómetros por la región a la que da nombre. Axat es un pueblo algo más grande que los anteriores, por lo que aprovecho para repostar en la estación de servicio con la que cuentan. Nada más dejar el puebo paso por las Gargantas de St-Georges, no tan espectaculares como las de Galamus, pero bastante vistosas.
El paisaje va a volver a ser un paisaje de ribera, aunque más montañoso, mucho más influenciado por los cada vez más próximos Pirineos. La carretera es muy entretenida y curveada, circulando por la típica vía estrecha de montaña que circula encañonada con el río a un lado y la pared excavada de la montaña al otro.

Castillo de Usson
Tras 28 kilómetros de curvas por la carretera de montaña llegaré a Rouze, en la frontera entre el Ariège y el Aude donde se encuentra el último castillo que voy a visitar: el Castillo de Usson. Esta fortaleza situada a 920 mts. colgada entre riscos y montañas perteneció a Bernard de Alion, un vasallo de Simon de Montfort que rompió su juramento y albergó a 6 "buenos hombres" que escaparon de la hoguera de Montsegur. Descubierta su traición, Bernard de Alion fue quemado en la hoguera y requisado su castillo. Hoy en día se encuentra en ruinas y es bastante popular en la tradición cátara debido a la cercanía de las grutas de Sabarthès, en las que se dice que fue enterrado el "tesoro" cátaro por los últimos supervivientes de Montsegur.



Llegados a Rouze me encuentro con un dilema. Llevo 8 horas en moto y a pesar de que este era mi último castillo cátaro y ya toca la vuelta a casa, me queda regresar a Ax-les-Termes a través del inmenso puerto de montaña de Pailheres (2.000 mts.). Visto que se me va a ir la cosa bastante de tiempo, decido "alcorzar" tirando directamente rumbo al sur teniendo que dejar atrás un puertazo como es el anteriormente mencionado.

Gorges de St Georges

Así pues, emprendo la aburrida vuelta a casa con todo el cansancio acumulado (sobre todo en las posaderas) por Querigut hasta Mont-Louis y de ahí a Puigcerdá, ya en territorio nacional por la N116. Desde ahí, más de lo mismo en línea recta por Cataluña por Berga, Solsona y Balaguer y desde ahí a Lérida y a casa.

Conclusiones de la ruta:

Para disfrutarla al 100% es absolutamente necesario invertir al menos un día más. Luego ya si se quieren patear los lugares que he mencionado, creo que ese espacio de tiempo se debería multiplicar al menos por dos.

Vuelvo a insitir en la importancia del GPS. Yo me pequé varios meses flipado mirando y estudiando los mapas, pero la señalización es demasiado caótica y poco precisa, teniendo en cuenta que hay infinidad de pueblos pequeños con otras tantas carreteras que los unen.

Al igual que he matizado hasta ahora aspectos negativos, también he de decir que pocas veces he sentido lo que he sentido en lugares de un peso histórico como los que he recorrido.

La gente es muy amable y van a hacer lo posible por hacerse entender. La cercanía con España hace que más o menos todos chapurreen o se defiendan en castellano medianamente.

Lo mejor de la ruta:

A nivel de conducción: Galamus y Pic de Nore

A nivel cultural/paisaje: Todo excepto los alrededores de Carcassonne, 30 kilómetros arriba y 50 kilómetros abajo.

Lo peor:

La señalización en general en la zona cercana a la frontera española, prácticamente inexistente.
Simon de Montfort.


Otras opciones de ruta:

Como he comenté en la parte 1, está la IDA al País Cátaro más "cátara" propiamente dicha, que evitará Mirepoix y Fanjeaux, pero pasará por Rennes-le-Château.
En rojo la opción cátara a la ida


La opción de vuelta por el mega-puertaco de Pailheres. Era mi proyecto inicial, pero no podía ni con el pelo. Si eso ya para la próxima:

Vuelta por Pailheres


La opción de Guillaume Bélibaste, el último cátaro, exiliado en Morella (Castellón) y traicionado por los suyos, fué quemado en 1.321 en Villerouge-Termenes:

Opción Guillaume Bélibaste



















Termes




















La ruta completa:




https://www.google.es/maps/dir/Zaragoza/Plateau+de+Beille,+Aston,+Francia/Mazamet,+Francia/Pradelles-Cabard%C3%A8s,+Francia/Lagrasse,+Francia/Castillo+de+Qu%C3%A9ribus,+Cucugnan,+Francia/Saint-Paul-de-Fenouillet,+Francia/Rouze,+Francia/Zaragoza/@42.6718301,0.9336816,8z/data=!4m86!4m85!1m15!1m1!1s0xd5914dd5e618e91:0x49df13f1158489a8!2m2!1d-0.8890853!2d41.6488226!3m4!1m2!1d1.2465716!2d41.9326855!3s0x12a5d5222f18c411:0xe60031e0af74925d!3m4!1m2!1d1.5553736!2d42.5548726!3s0x12af6030f40233b7:0x6585702cbe0b0cd7!1m15!1m1!1s0x12af70692ccde40f:0x3d93952ad109ee05!2m2!1d1.702387!2d42.709683!3m4!1m2!1d1.8699542!2d42.8840866!3s0x12afa054f25227d9:0xf76aa3c971f89b7e!3m4!1m2!1d1.994956!2d43.002346!3s0x12afbaa7716690f3:0x1fe0e199b43ca2c8!1m5!1m1!1s0x12ae18d0b68e0165:0x4b4b131c7e76e80d!2m2!1d2.376579!2d43.490103!1m10!1m1!1s0x12ae20933f13262d:0x43b58e3cd3b780b!2m2!1d2.437265!2d43.407871!3m4!1m2!1d2.3796577!2d43.2209867!3s0x12ae2c00d4cc2bb1:0x5dd0940c91959050!1m5!1m1!1s0x12b02da7af0aeeb3:0x4078821166d2860!2m2!1d2.618532!2d43.0915!1m5!1m1!1s0x12b022bedadc045d:0xefebef09644b0801!2m2!1d2.6214955!2d42.8367719!1m10!1m1!1s0x12b01f7689644967:0x4078821166764c0!2m2!1d2.502815!2d42.810758!3m4!1m2!1d2.4007285!2d42.8741329!3s0x12afde5a2f18f7a7:0x6792c0c6ba190083!1m5!1m1!1s0x12af91629301df93:0x406f69c2f435440!2m2!1d2.069028!2d42.730302!1m5!1m1!1s0xd5914dd5e618e91:0x49df13f1158489a8!2m2!1d-0.8890853!2d41.6488226!3e0


Ida por Bram:

https://www.google.es/maps/dir/Castillo+de+Montsegur,+09300+Monts%C3%A9gur,+Francia/Puivert,+Francia/Fanjeaux,+Francia/43.248538,2.100661/Saissac,+Francia/Mazamet,+Francia/43.4069121,2.4410433/@43.1316893,2.0468602,10z/data=!4m39!4m38!1m5!1m1!1s0x12afa075a589b8e9:0x56014a617eea6f9c!2m2!1d1.8331831!2d42.8757582!1m5!1m1!1s0x12afbc0a4b24a4e9:0x2dccda5a70a7ae98!2m2!1d2.046342!2d42.920198!1m5!1m1!1s0x12ae4cf09ad3c8d3:0x6d825a67b1db1e0!2m2!1d2.035645!2d43.185262!1m0!1m5!1m1!1s0x12ae38925ac8f003:0xdb4bb4299b65d66e!2m2!1d2.169106!2d43.359233!1m10!1m1!1s0x12ae18d0b68e0165:0x4b4b131c7e76e80d!2m2!1d2.376579!2d43.490103!3m4!1m2!1d2.4582633!2d43.4518047!3s0x12ae200368fae285:0xdd7ae0c1c4261280!1m0!3e0



 Carcasona - Galamus - Castillos:

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