lunes, 22 de mayo de 2017

LA SIERRA DE ALBARRACIN

Sábado 20 de Mayo de 2017; 550 kilómetros.

Tras un mes de lo más activo, entre fiestas de Alfajarín, cumples y un viajecillo a Londres de repente llega uno de esos fines de semana que parece que se han alineado los astros para salir con la moto. Tras una semana de perros con lluvias, bochorno y calores extremos, el sábado amaneció perfecto: fresco pero sin llegar a pasar frío, con calorcillo pero sin quemarse (y yo de quemaduras en moto entiendo un rato), brisilla suave; que no cierzo ... Imposible resistirse!



Antes de empezar he de confesar que esta ruta es una de las que más quebraderos de cabeza me han dado en los días previos a realizarla, delante de Google Maps, contrastando con varias webs de ciclismo, tratando de encontrar los mejores puertos, los lugares más singulares, las carreteras más sinuosas y lo más importante de todo: haciéndo el recorrido en una ruta circular sin pasar dos veces por el mismo sitio. Tras 3-4 itinerarios alternativos que barajaban desde una bajada hasta Camarena de la Sierra e incluso una vuelta por la Serranía de Cuenca, creo que el que he terminado escogiendo es el que más netamente se engloba en la propia comarca de La Sierra de Albarracín y el que nos ayuda a hacernos con una idea más representativa de lo que ese territorio esconde.

Así pues, ahí va mi liada de Kilómetros por la comarca de la Sierra de Albarracín.





Amanezco sobre las  6.30 de la mañana (palabrita del niño Jesús) antes de que suene el despertador... La KTM y yo desayunamos en Rausán (la mejor estación de servicio del mundo), la moto se papea 16 litros de gasolina y yo un cortado y los dos nos ponemos en marcha con nuestras respectivas tripas llenas en dirección Teruel.

Bordeo Zaragoza y sus barrios sur por la autovía para salir a la N-330 a la altura del cruce con Botorrita. Es muy temprano y no me encuentro tantos ciclistas como esperaba, más aún en una semana en la que la tragedia se ha cebado especialmente con este colectivo. Un par de semanas atrás, una tarada puesta hasta las cejas se llevó por delante la vida de tres ciclistas y la DGT anunció a bombo y platillo campaña especial de vigilancia en vías Secundarias.

Cariñena, Puerto de Paniza, Calamocha y así hasta Monreal del Campo, 140 kms aprox. por "la carretera Vieja de Teruel" que bien se merecen un pequeño almuerzo en la Estación de Servicio de Monreal para echar el último repaso a los mapas antes de meternos en faena. Vistazo rápido a la prensa local, café con leche calentico (no ha sido buena idea del todo pillar los guantes de verano tan pronto!) y dos croquetas.

Continúo desde Monreal hasta la localidad de Villafranca del Campo, donde callejearé para tomar el desvío a la TE-V-9024, dirección a uno de los atractivos de esta ruta: El Castillo de Peracense.


Nada más salir de Villafranca noto que el asfalto empieza a bachearse y a llenarse de socavones de una profundidad bastante considerable. Me empiezo a cagar en todo y a maldecir esa carretera cuando tomo el desvío a Peracense... Y sucede esa extraña mezcla de Karma y de ley de Murphy que hace que me queje de una carretera y de repente llegue otra que la haga buena... Baches, grietas, obras, gravilla, trozos sin asfaltar, señalización inexistente... Un tramo de 8 - 10 kms criminal que la KTM gestiona sin problemas y mis posaderas no tanto; al parecer se habían acostumbrado a las rectas de la Nacional en sexta...

Llego a Peracense y me sorprende muchísimo el color rojizo de sus construcciones, destacando la torre de la iglesia, en sintonía con el tono ocre que tiñe el suelo de esas tierras. Callejeo por el pueblo en un itinerario perfectamente señalizado con carteles que indican cómo llegar al castillo hasta cruzar una vía de ferrocarril muerta para adentrarme en una zona en que la vegetación empieza a hacer acto de presencia.

Bordeo la carretera que me lleva al castillo y de entre los árboles empiezan a asomar gigantescas formaciones rocosas de ródeno (arenisca rojiza), como golems guardianes que advierten al viajero que se está aproximando demasiado a la fortaleza de Peracense. La carretera se encarama montaña arriba serpenteando en un par de curvas para llevarnos hasta las mismas puertas del Castillo de Peracense.
Formaciones de Ródeno en e entorno de Peracense


El Castillo de Peracense
Quizá no sea una de las fortalezas medievales más visitadas o más conocidas de España, pero en mi humilde opinión, sin duda es una de las más originales. Su ubicación en la montaña, su morfología, los materiales y sobre todo, el color rojizo de la piedra que lo conforma lo convierten en único. Es todavía temprano y no hay nadie en la zona, por lo que aprovecho para hacer unas fotografías y admirar no solo el castillo, sino el paisaje que se divisa desde ahí.

La carretera que da acceso al castillo desde Peracense, también continúa en dirección a Ródenas, por una carretera igual de regulera que el tramo que la ha precedido. Atravieso Ródenas callejeando para continuar dirección Pozondón, no sin antes perderme por sus calles (64 habitantes). Es una suerte que me encuentre a una pareja de ancianos que muy amablemente me indican el camino a seguir. * Nota mental: "queridos Reyes Magos, este año he sido muy bueno y quiero que me traigáis un navegador TomTom Rider..."

Llego a Pozondón por la TE-V-9022 en un tramo de 10 kilómetros y ahí tomo el desvío en dirección Bronchales-Orihiuela del Tremedal por la A-1511. A pesar de no haber tenido grandes desniveles, ni puertos estratosféricos, pasaré por un cartel (en mitad de una recta) que me indicará que he coronado el Puerto de Bronchales (1.500 mts.). No hay que olvidar que partimos de los apenas 200 mts de altura a la que se encuentra Zaragoza y no hemos hecho otra cosa que subir durante todo el trayecto.

Detalle ruta

Continuaré por la A-1511 dejando a un lado Bronchales y dirección Orihuela del Tremedal. Este último, un pueblo muy bonito, del que destaca ya desde la lejanía la imponente iglesia de San Millán que domina todo el conjunto. Lo que me hizo menos gracia es el adoquinado que pavimenta la travesía que recorre el pueblo y que no me quitaré de encima hasta que no cruce todo el pueblo.

Así pues, continúo ascendiendo por la carretera (ahora renombrada A-1512) en línea recta hacia el corazón de la Sierra del Tremedal, en los Montes Universales. El paisaje vuelve a cambiar una vez más, dejando atrás a desnudez del bosque bajo y el matorral en medio de la tierra rojiza, para pasar a tapizar toda su superficie cubierta por un bosque alto de coníferas. Continúo durante un buen trozo en línea recta por la carretera llena de gravilla, en la cual la conducción se hace especialmente molesta teniendo en cuenta los contrastes de luz y sombra que hace el sol contra los pinos.

A mitad de recta, sin sentir que he ascendido ni mucho menos un puerto de montaña, cruzo delante de un cartel que indica que he "llegado a la cima" del Puerto de Orihuela (1.650 mts) y pienso... "Pues bueno, pues vale, pues de acuerdo..."

Puerto de Orihuela

Continúo unos kilómetros mas adelante y como si un deja vú se tratase vuelvo a encontrar otro de esos carteles: Puerto de Noguera (1.695 mts.), prácticamente sin salir de la recta por la que iba circulando. Menos mal que un par de kilómetros más adelante encuentro el Rock ´n Roll de ese puerto, con un descenso acojonante, curveado y con inclinación hasta el pueblo de Noguera de Albarracín. He descendido el macizo del Tremedal hasta el valle que forman (a 1.200 metros de altitud) los ríos Noguera y Garganta, los cuales me acompañarán en su curso hasta la localidad de Tramacastilla, donde ambos cauces fluviales desembocarán en el Guadalaviar.
Puerto de Noguera
















Sin despegarme del Guadalaviar (que en un  futuro no muy lejano se acabará convirtiendo en nada menos que el Turia) rodaré por la A-1512 atravesando Torres de Albarracín. De ahí en adelante, el entorno volverá a cambiar haciendo que se encañone la carretera, en un sandwich entre el cauce del río, prácticamente en congosto, con las paredes de roca de la propia sierra de Albarracín.


Lugar perfecto para hacer un alto en el camino.
Tal como me voy acercando a la ciudad turolense, el tráfico, hasta ahora inexistente empieza a convertirse en un follón y hago mi entrada triunfal en Albarracín en una caravana de turismos y autobuses.

Es increible la imágen de la entrada a Albarracín, a través de ese diminuto túnel, como si al otro lado tan solo esperase un recodo de carretera, es imposible imaginar el mundo que espera al otro lado... Albarracín ha sido poblada desde que el mundo es mundo y el hombre es hombre. Sobre su muralla, sus calles y sus monumentos han dejado su impronta los Lobetanos, ya en la edad del Hierro, los Romanos, con su acueducto excavado en piedra, los visigodos, los bereberes (los cuales la bautizaron como hoy en día la conocemos; "Al-Banu-Razin"; la ciudad de los hijos de Razín). Fue ciudad- estado independiente a Castilla y a Aragón durante la reconquista perteneciendo a distintas familias y Linajes, hasta que en 1300 la sometió Jaime II integrándola en la Corona de Aragón.

Albarracín

Protagonista de primer nivel de la historia de Aragón, Albarracín ha visto pasar los siglos, desde las almenaras de su muralla hasta las calles de su Arrabal, convirtiéndose en Monumento Nacional en 1961.







Aprovecho para tirar un par de fotos, comer algo y repostar. Me gustaría patear la ciudad, pero hay toda una marabunta de visitantes y un paseo tranquilo por la ciudad puede convertirse en una masificación que no estoy dispuesto a aguantar. Me he dado cuenta que las únicas montoneras de gente que aguanto son las de los conciertos!

Así pues, sin demorarme mucho más, callejeo por el arrabal de Albarracín, al otro lado del Guadalaviar hasta encontrar el camino hacia otro de los puntos calientes del día; el Paisaje Protegido de los Pinares del Ródeno. Me cuesta bastante encontrar la dirección correcta para llegar e incluso me planteo pulirme ese trozo de ruta y tirar directo hacia Calomarde y Royuela... Pero pierdo un ratillo y finalmente me encuentro.

Los Pinares de Ródeno, como su porpio nombre indica, es una extensa masa arbórea de pinos (sobre todo) y enebros (en menor medida) que crecen sobre caprichosas formaciones de ródeno (otra vez la arenisca rojiza) que forman intrincados valles, barrancos y grutas. Como habíamos nombrado anteriormente, los primeros pobladores de esta zona, ya se encargaron de dejar su impronta sobre estas piedras rojizas, representando escenas de caza, así como diversos animales en lo que se ha llamado "el arte rupestre levantino".

Los Pinares del Rodeno

La "carretera" que cruza este paraje está tipificada como camino forestal, pero está perfectamente asfaltada. A lo largo de su trazado encontraremos varios puntos de interpretación de este arte rupestre, así como diversos enclaves geológicos y naturales. Además, el paisaje será de lo más entretenido, rodando entre sombras con las caprichosas formas de la piedra, asomando entre los bosques como testigo del paso del tiempo.

Esta carretera de apenas 14 kilómetros (sin denominación aparente) desembocará en la A-1513, la cual deberemos tomar en dirección a Toril.

Relieves de ródeno


Debo decir, que una vez realizada la ruta, este es un tramo bastante aburrido y que va a aportar realmente poco al recorrido. No obstante, por el simple hecho de no volver por el mismo sitio y completar así una ruta circular, será la opción que tome como válida.

Conduciré hasta el cruce con la A-1713 dejando atrás los pinares y la vegetación más densa para entrar en un paisaje más propio del secano, con matorral bajo y algún árbol muy disperso. Tomaré rumbo al norte hacia Frías de Albarracín a través de la pequeña localidad de Moscardón para volver a meterme entre vegetación. Se puede ir también por Royuela, pero yo he preferido meterme por una carretera mucho más secundaria (casi terciaria...), estrecha, pero curveada y con un paisaje muy agreste y olvidado. Por el camino, encontraré varios desvíos por pista de tierra  que comunicaban esta carretera con las localidades de Royuela, Calomadre y Frías y que pueden dar un plus a alguien que esté dispuesto a hacer esta ruta en su versión más Off Road.

Tras unos pocos kilómetros por la carretera de Moscardón desemboco en la localidad de Frías de Albarracín y ahí tomo el desvío a la izquierda de la A-1704 dirección Cuenca. El paisaje vuelve a cambiar una vez más dejando atrás las formaciones de ródeno y los grandes bosques de pinares para ofrecernos un paisaje más estepario, que poco a poco se irá convirtiendo en un paisaje de ribera.

Apenas 10 kms más adelante llego al Nacimiento del Río Tajo, que arranca desde ahí los 1.007 kilómetros (es el río más largo de la península Ibérica) que recorrerá hasta Lisboa, donde morirá fundido en forma de desembocadura en las aguas del Océano Atlántico.

Nacimiento del río Tajo

El lugar del Nacimiento está decorado con un gran monumento de hierro en mitad de una explanada. Junto a una personificación del majestuoso río, le acompañan tres esculturas menores: el Torico de Teruel, el Caballero de Guadalajara y el Cáliz de Cuenca. Se trata de un homenaje a la confluencia de las tres provincia que se unen a escasos kilómetros de ese punto. Es lo que los yankees llamarían "el área triestatal"... Me parto y me mondo... Ahí, el Tajo mide apenas medio metro de ancho y se puede ver el fondo. Es un lugar agradable donde parar a comer algo y descansar pensando ya en la vuelta a casa.

Monumento en el Nacimiento del Tajo

Reengancho la marcha por la A-1704, es una carretera más bien ancha y bien pavimentada. El paisaje va verdeando a los lados y voy circulando prácticamente solo. La carretera se convierte en la TE-V-9032 en un cruce que bien podría llevarme hacia Cuenca por Tragacete, pero yo vuelvo Montes Universales adentro, cruzo el Tajo a través del vallecillo que va formando y por fin me encaramo al gigantón de la ruta, el Puerto del Portillo (1.790 mts). Es una ascensión buena, con buenos porcentajes y curvas entretenidas, escalando entre árboles. Conforme se va ganando altura, la vegetación va clareando más y mas hasta quedar la cima totalmente pelada. En todo momento se divisa una enorme torre de vigilancia que gobierna el conjunto montañoso. El descenso hacia la localidad de Guadalaviar se hace también entretenido, con buenas curvas y en general bastante rápido.


Desde Guadalaviar continuaré por la misma carretera hacia Griegos, el segundo pueblo más alto de España, con nada más y nada menos que 1.601 metros (el primero de la lista también es turolense; Valdelinares, con la friolera.-literal-. de 1.695 metros). La carretera va a ir empeorando progresivamente, dado el duro clima al que están sometidas estas vías sepultadas de nieve en invierno. Por esa misma carretera, bordearé la enorme Muela de San Juan, un bloque calcáreo de 1.800 metros de altura sobre cuya chepa se despliega una pista de esquí de fondo.

Vista de Guadalaviar desde la cima del Portillo















Una vez deje atrás la Muela de San Juan, regresaré al verde macizo del Tremedal, justo a un cruce por el que pasé hace apenas tres horas. Esta vez, en vez de tirar hacia Albarracín u Orihuela, seguiré recto "bosque a través" dirección Bronchales por el Refugio de la Fuente El Canto y el Camping de las Corralizas. Ese mismo tramo está señalizado por uno de los letreros del "Camino del Cid". En algún momento, lo que parece ser una carretera va jugando a ser una pista, pues hay tramos en los que la moto va rodando sobre gravilla y se nota que ahí el neumático no agarra todo lo que debería. Toca extremar la precaución y pretar el culico en alguna que otra curva.

Bronchales
Tras apenas 10-12 kilómetros llego a Bronchales y desde ahí regreso en dirección a Pozondón. Tras pasar otro de esos "puertos" voy descendiendo ligeramente hasta Santa Eulalia y ahí pillaré la autovía hasta Alfajarín parando a comer algo en La Estación de Servicio de la Venta del Cuerno. Poco más de una hora y vuelta a casa.






Santa Eulalia


Conclusiones de la ruta:

Ruta más monumental que espectacular en lo que a conducción se refiere. No hay que olvidar que todo lo bueno de esta ruta se desarrolla en tierras turolenses y el estado de las carreteras es bastante malo a nivel general. Quitando el puerto del Portillo no hay una gran montaña a destacar, pero sí algún que otro trazado suelto destacable.

Muy recomendable para conocer lugares como Albarracín, el Castillo de Peracense y los Pinares de Rodeno, eso sí, con tiempo para patearlos.

Trazado alternativo

































https://www.google.es/maps/dir/Zaragoza/Castillo+de+Peracense,+Carretera+Peracense+-+Rodenas,+s%2Fn,+44369+Peracense,+Teruel/Orihuela+del+Tremedal/40.3371037,-1.3645118/Valdecuenca/Moscard%C3%B3n,+Teruel/40.4579247,-1.7221213/Camping+Las+Corralizas,+Bronchales/Santa+Eulalia,+Teruel/Alfajar%C3%ADn/@40.5047373,-1.6706741,76864m/data=!3m1!1e3!4m57!4m56!1m5!1m1!1s0xd5914dd5e618e91:0x49df13f1158489a8!2m2!1d-0.8890853!2d41.6488226!1m5!1m1!1s0xd5c34d841b648f5:0xb4f4dbbf32a3111!2m2!1d-1.4804137!2d40.636804!1m10!1m1!1s0xd5db22457c2d829:0xbb4018d6470afb00!2m2!1d-1.6505672!2d40.5505495!3m4!1m2!1d-1.6627306!2d40.5111564!3s0xd5db1c39fb3796b:0x649518d097c8eec7!1m0!1m5!1m1!1s0xd5dc27f891ad36b:0xa083f523c0e54641!2m2!1d-1.4144827!2d40.2900381!1m5!1m1!1s0xd5dbf99cb44a1c1:0x6a692e41020cdffd!2m2!1d-1.5371483!2d40.3323643!1m0!1m5!1m1!1s0xd5db6da7225fb6f:0xa67c1749362798!2m2!1d-1.595343!2d40.500093!1m5!1m1!1s0xd5dd3b8e5ed3409:0x201ef17fa00a9f57!2m2!1d-1.3180042!2d40.556077!1m5!1m1!1s0xd5918948a55a5b7:0x4e7956e503bd85f2!2m2!1d-0.658333!2d41.619262!3e0











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