miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL MONCAYO

Alfajarín - Valdenebro (por el Moncayo) - 253 kms.

El pasado domingo 30-10-2016 inicié la primera de las tres etapas de la Ruta que realicé aprovechando el buen tiempo que nos ha acompañado en este puente de Todos los Santos. En total, una tirada de casi 800 kilómetros repartida en 3 días, sin forzar mucho la maquinaria y sin madrugar demasiado, ya que tanto en Zaragoza como en Soria, las primeras horas de las mañana resultaron ser bastante bordes en lo que a condiciones meteorológicas de refiere, entre nieblas (Zaragoza) y alguna que otra helada (Soria). Por lo demás, en cuanto el reloj marcaba las 10:00 de la mañana, podíamos gozar de unas temperaturas muy agradables con las que poder disfrutar de la ruta sin preocuparnos de placas de hielo, ni zonas húmedas especialmente preocupantes.



El recorrido elegido para el primer día ha sido una ruta muy asequible, cercana a Zaragoza, entretenida, variopinta y que en mí caso me ha servido, como enlace con la vecina provincia numantina a través de una montaña rodeada de leyenda: el Moncayo.

Muchas son las historias que se han relatado acerca del origen del Moncayo, una de ellas asegura que este enorme monte de tres picos no es otra cosa sino la tumba del gigante Caco, el cual murió a manos del mismísimo Hércules.
Los Celtíberos por su parte contaban a la luz del fuego la historia de los tres hijos del rey de la tribu, los cuales, cegados por la codicia y la envidia lucharon por disputar la futura herencia del trono y las riquezas que ostentaba su anciano padre, todavía rey. Este, harto de las pugnas y guerras que sus hijos emprendieron entre sí, decidió recurrir al brujo de la tribu, el cual los hechizó convirtiéndolos en enormes moles de piedra que quedaron inmortalizadas para la eternidad en forma de los principales picos del territorio celtíbero: el Moncayo, el Ocejón y el Alto Rey. Y ahí, desde sus cimas, quedaron condenados a mirarse con vergüenza por siempre jamás...

La KTM (1050 Adventure) y yo nos ponemos en marcha desde mi pueblo, Alfajarín, con una niebla bastante molesta, pero de la cual confío en despegarme tan pronto como me aproxime a las faldas del Moncayo. La humedad se mete en los huesos y en apenas una veintena de kilómetros se empieza a empañar todo y los guantes han absorbido ya demasiada humedad.
Para ello, he escogido un recorrido bastante más agradecido para la moto que el habitual y me he decantado por la carretera de Pozuelo de Aragón que tomaré en el cruce de Pedrola (A-1303). En su primer tramo, más cercano al canal y no muy alejado del embalse de la Loteta me tocará verme las caras con la niebla más espesa con la que he tenido que lidiar, obligándome a parar para poder quitarme las gafas totalmente empañadas, ya que entre el vaho de la pantalla y las gafas como un cristo, daba gusto verme conduciendo como el Mortadelo en la Vespa. 15 - 16 kilómetros bastante malos.

Cruce de Pozuelo a Borja.

Alcanzo la localidad de Pozuelo y ahí giro hacia la derecha, en busca del Campo de Borja y para mi sorpresa, en apenas 2 - 3 kms. me quitaré por completo la niebla de encima.
El sol nos calienta y la KTM y yo nos venimos arriba alcanzando Bureta, Ainzón y Borja. Ahí, engancho en el cruce con la N-122 y me planto en el Mesón del Aceite, en Bulbuente, donde aprovecharé para almorzar algo, echar algo caliente para templar el cuerpo y cargar las pilas.
Poco más adelante, le tocará cargar el buche a la KTM en una gasolinera no muy lejos de ahí donde coincido con bastantes moteros que están de concentración.

La niebla empieza a disiparse camino a Borja.

La carretera es ancha y está bien asfaltada, la mañana acompaña y el depósito está lleno, por lo que me decido a afrontar el plato fuerte de la jornada. En seguida alcanzo el cruce de Vera de Moncayo y ahí tomo la carretera que atraviesa el pueblo hasta el Monasterio de Veruela donde aprovecho a tomar un par de fotos en plan "portada de la Moto Verde".
Monasterio de Veruela.


El Monasterio de Veruela es una abadía cisterciense del S. XII. Dentro de dilatada historia enclavada en los albores del reino de Aragón, cabe destacar a su huésped más importante, Gustavo Adolfo Becquer, el cual escribió sus famosas "Cartas desde mi celda" mientras trataba la tuberculosis que sufría. Así mismo, también son dignas de mencionar las "Rimas y Leyendas" que compiló, muchas de ellas inspiradas por el folclore y la tradición tan latente que existe en las tierras del Moncayo.

Tomo el desvío que hay justo en frente del Monasterio y que nos llevará de lleno al corazón del Moncayo. Se trata de una pista forestal asfaltada y de una anchura y un estado de conservación bastante aceptables. Comienza el recorrido entre carrascas, pinos y robles, suave y con ligera pendiente hacia arriba. Tal y como vamos ganando altura, el paisaje cambia de forma radical y nos introducimos en un hayedo que en pleno otoño (estación en la que estamos, aunque parezca mentira...) nos va a mostrar toda una carta Pantone de tonos amarillos, naranjas y hasta rojizos.

Cruce al Moncayo en Veruela


Las ramas de los árboles son largas y algunas llegan a invadir parte de la carretera. Es preciso tener cuidado para no llevarse un golpe en el casco. También hay que tener cuidado con los montones de hojas caidas que se amontonan en las curvas, la humedad se acumula bajo ellas y puede hacernos dar un buen patinazo. Otro de los factores de riesgo que vamos a encontrar es una especie invasora conocida como el "quaesitor fungos", lo que viene a ser el "buscador de setas común"· Se le puede reconocer porque recorre el Parque Natural del Moncayo con una cesta debajo del brazo mirando al suelo y sin prestar excesiva atención a la vía asfaltada por la que circulan el resto de vehículos. Dicho "buscador de setas común" es una especie que en ocasiones va acompañado de un perro suelto y que acostumbra a circular con su Dacia Duster (qué ha pasado con ese coche?? Lo regalan???) como si la vía fuese de un solo sentido (el suyo, of course).


Siguiendo la pista forestal que cruza el Moncayo nos iremos encontrando sucesivamente el cruce de Añón y después el de Litago; opciones muy válidas para complementar o ampliar esta ruta.





Llego a la zona de Agramonte (previamente habremos pasado unas zonas de Pino albar espectaculares), la cual está petada de gente y ahí tomo el desvío en forma de descenso hacia Vozmediano por la SO - 382, que me llevará a la vertiente soriana del Moncayo, en una carretera amplia y con buenas curvas. Se cumple una vez más la máxima de que los sorianos nos dan un repaso en lo que a estado de conservación de carreteras (por secundarias o terciarias que sean) a los aragoneses. Señores políticos, ¡tomen nota de esto y no de las tontadas! A veces parece que se les olvida que dichas vías de carácter secundario unen poblaciones donde viven personas, por pocas que sean y merecen tener unas carreteras que cumplan un mínimo de seguridad.


El Moncayo desde Vozmediano
Continúo hacia Ágreda y ahí engancho con la N-122 que hemos dejado atrás en Veruela. Misma tónica que en el tramo aragonés: carretera nacional ancha, poco transitada y con el firme en muy buen estado. Antes de llegar a Soria capital deberemos salvar la cuesta de Omeñaca, así como el puerto del Madero, que nos ofrece una vista espectacular de la Tierra de Ágreda con el Moncayo de fondo.


Una vez ahí, entraré en la imponente circunvalación de Soria Capital (que bien podía ser la circunvalación de Los Angeles, o Nueva York,...) en la que siempre me viene a la cabeza el estribillo de Gabinete Caligari "Camino Soria" y de ahí dirección al Burgo de Osma, con parada técnica en Calatañazor para descansar un rato y tirar un par de fotos.

Calatañazor

Una vez dejemos atrás Calatañazor (donde Almanzor perdió el tambor y cuya historia cuento en otra entrada de este blog: http://avueltasconlamoto.blogspot.com.es/2016/08/cameros-la-cebollera-y-el-corazon-de_1.html ) y nos encontraremos con el alto "el Temeroso".

Estos últimos altos no implican ninguna dificultad, simplemente habrá que estar bien despierto, ya que llevamos buen rato en rectas y tramos monótonos y de repente toca salvar un par de curvas en pendiente que nos pueden pillar en bragas o quizá un poco pasados de vueltas y darnos algún que otro susto. Estos altos que nos encontraremos nos van a ir introduciendo de forma progresiva en el desnivel positivo de hasta 1.000 metros ya que no se nos debe olvidar que poco a poco estamos subiendo a la meseta.

Finalmente alcanzo el Burgo de Osma entre tramos de obras de lo que será la autovía del Duero y desde ahí, por la CL-116 dirección Almazán, Valdenebro, donde instalaré campamento base para las siguientes dos jornadas que echaré en tierras de Castilla.


Vista en detalle del recorrido por el Moncayo


La ruta en Guía Repsol: https://www.guiarepsol.com/es/mapa/r/?lat=41.61250352053137&lon=-2.9042537173461325&zoom=13&A=Alfajar%C3%ADn%2C%20Zaragoza%2C%20Espa%C3%B1a&pA=ChIJt6VVipQYWQ0R8oW9A-VWeU4&B=Pozuelo%20de%20Arag%C3%B3n%2C%20Espa%C3%B1a&pB=ChIJy9aV1GnPWw0RY_JjLlSkLtc&C=Vera%20de%20Moncayo%2C%20Espa%C3%B1a&pC=ChIJWZh5xAiuWw0RLVEYFvnUPig&D=Vozmediano%2C%20Soria%2C%20Espa%C3%B1a&pD=ChIJpXtROrwAWw0RAFj1WgeHBQQ&E=Valdenebro%2C%20Soria%2C%20Espa%C3%B1a&pE=ChIJnZePK2jtRA0R4Fb1WgeHBQQ&card-closed=1&recs-closed=1&map-type=hybrid





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